martes, 7 de octubre de 2008

El triunfo de unos pocos

Seguramente a todos nos enseñaron en la enseñanza básica lo importante que fue el caballero de la foto. "Don Mateo de Toro y Zambrano" que junto con varios otros de su clase dieron el gran paso hacia la independencia de Chile, claro está que si lo fue, a pesar de la real intencionaliadad de aquel grupo político.

Si agregamos a esto, el auge de aquel desordenado concurso de los Grandes Chilenos, y las celebraciones del Bicentenario, ¿podríamos definir asertadamente que se celebra?. Con algunas clases de Historia en el cuerpo, me atrevería a afirmar que lo que se conmemora es el triunfo de la oligarquía de este territorio conocido como Chile, pues si vemos el origen de todo esto e investigamos, comprenderemos que este pequeñísimo grupo gobernante que tomó las riendas del futuro nacional todos eran procedentes de familias acomodadas, descendientes españoles, dueños de explotaciones mineras, grandes terratenientes o exitosos comerciantes. En esta línea, los personajes que los sucedieron ¿acaso no pertenecían a esta oligarquía?

La clase dirigente de Chile, conformó el Estado y la nación en función de sus propios intereses, esencialmente económicos, traspasó su proyecto a las clases pobres y luego las sometió bajo el paradigma servil y capitalista.

La Historia de Chile en estos casi "doscientos años de vida independiente" es la historia de la oligarquía, es la historia de los ricos y es la historia de los explotadores.

¡Qué feliz deben sentirse estos señores cuando en septiembre, el pueblo celebra y se emborracha por un triiunfo que en resumidas cuentas es un triunfo oligárquico!

Pero claro, como plantea un profesor, la oligarquía chilena supo dirigir y sostener un proyecto propio para mantenerse vigente y perdurar hasta hoy, en esta democracia burguesa basada en elecciones "representativas" donde el sincretismo abunda y donde finalmente marcar un papel no tiene ninguna influencia en la vida de la gente común, del mendigo, de los pueblos indígenas, de los pobres, de los explotados.

Hoy como ayer, la oligarquía chilena asume las convicciones y los postulados de su clase, los mejora y los consolida, el país crece para ellos, pero no para el pueblo.

Saludos Fraternos

Skatito