sábado, 19 de septiembre de 2009

Los años pasan, la memoria permanece


Aquel 11 de Septiembre de 1973, no solo se derrumbaba la vía chilena al Socialismo, no solo moría el presidente Allende, no solo se destruía la Moneda, no solo se iniciaban las torturas y la transgresión a los derechos humanos en Chile, y no solo era el triunfo del neoliberalismo . Aquel fatídico día (para algunos, feliz para muchos más) representaba para la historia del país el recambio superficial del sistema económico. Es superficial, porque es el Capitalismo lo que regía y sigue regulando las relaciones de producción en la sociedad mundial.


Antes de la década de los 70’ y remontándose a finales del siglo XIX, en Chile se veían los primeros indicios de un desarrollo económico interno, se dejaban notar pizcas de independencia económica que aumentaron con la crisis económica del 29’. En los 40’ se va consolidando el modelo industrializador basado en una producción nacional y con un notable decrecimiento de la influencia extranjera. El Estado al mando de los radicales y la CORFO conducían a Chile hacia una política de bienestar, donde el Estado asumía cualidades y responsabilidades que sorprendían: Educación, alimentación, vivienda, salud, seguridad, etc., etc. Pero, el contexto mundial no acompañaría siempre. A medida que se reestablecía la economía mundial, Chile y otros, se condenaban a sucesos bruscos y de transformaciones complejas.

Ese día en que la muchedumbre aclamaba a Allende y al Socialismo, el Estado iniciaba su propio proceso de conversión. El escenario extranjero, el dominio brutal de la burguesía y el afán capitalista se adueñaban de las opciones populares y las devolvían a las añejas estructuras del liberalismo.


Pues bien, poco tiempo estuvo Allende en el ejecutivo, y la historia es bien conocida. Llegó un señor traidor y golpista que guió el proceso del neoliberalismo en Chile. Él y sus amigos del país del Norte estaban seguros (como en muchos otros casos latinos) que solo había una opción: Dictadura (o salvación nacional).

Sin seguir a fondo en una lectura histórica, es importante reconocer en Allende el ideal del pueblo, y digo pueblo como categoría de izquierda. Los setentas constituyen para Chile, la primera opción realizable de un proyecto popular, donde las mayorías si eran partícipes y gestores de su futuro. Es el punto en la historia chilena, donde las centenarias elites dominantes veían truncada su hegemonía. Sus privilegios eran amenazados por grandes cantidades de chusma.

Polémicas y debates pueden surgir por montones sobre esta fecha, sobre las decisiones del presidente, sobre la vía pacífica al socialismo. Sin embargo no hay diferencias cuando se piensa en Allende como un luchador social en el bando de las mayorías, de los trabajadores, de los campesinos, de los desempleados, de los niños pobres, del proletariado en general. Aquel presidente sabía que el 11 de septiembre acontecía la lucha de clases. La Burguesía dirigía a los militares hacia la restauración del poder perdido por un par de años; mientras tanto Allende, representante democrático y socialista de los ideales del pueblo moría fiel a sus electores populares y a sus principios constitucionales.

No debe haber desmemoria en Chile. La igualdad, la equidad y la fraternidad son valores alcanzables. La memoria debe estar viva, lo que debe morir es la injusticia y el egoísmo burgués. Con la muerte de Pinochet solo muere una imagen que se lleva parte del recuerdo de uno de los periodos más crudos y sangrientos de la Historia Latinoamericana.


Lo que tenemos hoy, no es más que los resultados de lo que hizo el despreciable militar: una familia política preocupada de sus privilegios y mantener a las mayorías en condiciones denigrantes.


¿Algo ha cambiado?... La Historia los juzgará

1 comentario:

MiKhAiL dijo...

Es excelente. Realmente te felicito, no solo por tu forma de pensar, tambien de expresarlo.
La "democracia" de los burgueses, al menos de la mayoría como es la actual Presidenta de Chile, se "opone" a lo que fue un golpe de estado, pero se encarga de que siga marchando correctamente el verdadero plan de los golpistas: CAPITALISMO

Hacía bastante que no me pasaba por aquí (no tuve internet en casa por bastante tiempo) y me alegra encontrarme con estas palabras.

Creo que Allende se confundió con la idea de "al socialismo por vías pacíficas" pero su buena voluntad es lo que importa. Además, ese tipo de "errores" son útiles a la formación de la ciencia marxista: que es prueba y error, lo importante es recordarlo (para que no sea en vano) y estudiar mucho para no cometer los mismos errores (si te volcas a la vida politica, a la praxis, al intento por cambiar el mundo)

saludos desde buenos aires.